Reseña: Los Cien Mil Reinos.

Titulo: Los Cien Mil Reinos 

Título original: The Hundred Thousand Kingdoms

Autora: N. K. Jemisin

Editorial: Minotauro

Páginas: 346

Encuadernación: Rústica con solapas

Dioses y mortales. Poder  y amor.

Muerte y venganza. Ella lo heredará todo. 

Yeine de Darr es una exiliada del bárbaro norte. Pero al morir su madre en extrañas circunstancias, es convocada a la majestuosa ciudad del Cielo. Allí, para su asombro, descubre que es una de las posibles herederas al trono. Pero la corona de los Cien Mil Reinos no es un premio fácil de conseguir y Yeine se ve implicada en una cruenta lucha por el poder.

“Haz conmigo lo que quieras, Señor de la Noche.”

La verdad es que no conocía este libro, ni lo iba buscando. Estaba en una librería y cuando me dirigía a caja con mi adquisición, desde una estantería cercana, me llamaron a gritos estos dos libros  (Los cien mil reinos y Reinos rotos). Una portada atractiva a mis ojos, fantasía, dioses, muerte, venganza… y cada uno por 5.95 euros. Tenían que ser míos.

Todo comienza con Yeine, una chica Reina de un pequeño y bárbaro reino. Esta es hija de Kinneth, muerta recientemente, hija desterrada Dekarta Arameri, el Rey del mundo, por así llamarlo. Poco después de la muerte de su madre, Yeine, es convocada por su abuelo a El Cielo, castillo donde moran todos los Arameri (familia cruel donde las allá), y bajo su yugo, los dioses esclavizados por ellos desde hace siglos. Yeine, con sorpresa, descubre que es una de las candidatas a heredar el puesto de su abuelo.

Estamos ante un mundo lleno de disputas familiares, y políticas, pero también disputas entre dioses, amor y odio, castigos crueles, misterios por descubrir.

En un comienzo es algo lento el desarrollo, porque habla de cosas que desconocemos, pero a la vez te anima a seguir leyendo por el gran número de misterios que van surgiendo, y que a la vez van creado preguntas, que se van resolviendo según avanzamos nuestra lectura. También, debido al gran numero de personajes, puede llegar a ser lioso y complejo en algunos momentos.

Está narrado por Yeine en primera persona pero en pasado. Al estar en primera persona conseguimos ponernos en la piel de Yeine. En ocasiones la narración  se va intercalando con pensamientos de la propia Yeine, que al principio nos descolocan un poco, porque no les encontramos sentido, pero a medida que avanzamos, todo queda más claro. Además, las descripciones de los lugares son muy precisas, lo que hace muy fácil imaginarnos los lugares fantásticos y hermosos donde transcurre la historia.

Misterios, sobre todo, acerca de los dioses, sobre ellos, sus poderes, su historia. Algunos se resuelven saciando nuestra ansia, pero me habría gustado que desarrollaran y contaran más sobre los dioses, y sus hijos.

Os contaré un poco sobre los dioses principales: Itempas, señor de la luz y el orden, el primero de todos; Enefa, diosa de la vida, llamada la traidora y asesinada por su hermano Itempas, y el que más me gusta, Nahadoth, Señor de la Noche y la seducción, monstruo asesino y cruel a ratos, un cuchillo de doble filo, castigado por Itempas junto con sus hijos.

 - Nunca respondiste a mi pregunta.

- ¿Pregunta?

- Si me matarías, si llegaba a pedírtelo.

 (…) 

 - Si – respondió - si me lo pidieras te mataría.

¿Qué si hay romances? Por supuesto, pero de los que me gustan a mí, seducción, atracción por lo peligroso e imposible. Perfecto para los que no le gustan las lecturas empalagosas. La verdad es que, aunque no se le dé mucha importancia en el libro, todos en el castillo tienen escarceos amorosos con otros y aunque sean todos de la misma familia: 

“En algún momento la mitad del castillo termina acostándose con la otra mitad”.

Un final sorprendente, donde todo cambia por completo.

En definitiva, me ha gustado bastante, aunque en ocasiones se hace un poco lento y la complejidad puede hacer que nos despistemos, pero a la vez nos crea la necesidad de saber más de los personajes y habitantes de El Cielo.

Puntuación Final: 3.5/5